sábado, 21 de febrero de 2009


Otra noche por delante y demasiadas por detrás

confesándole a mi almohada que nadie me ve llorar.

Cuando llegan las estrellas temo que mi sensatez subestime a mi manía de querer volverte a ver.

Y una vez duerma mi cabeza tomará el mando el corazón

Soñaré que tu me despiertas que aún vive tu apuesta por nosotros dos.

Son tan fuertes mis latidos que el sonido de mi voz no se escucha cuando a gritos pide que me haga mayor.

Por eso cada noche yo muero después me encuentra un rayo de sol se quedan en la cama mis sueños y me salgo yo.

En cuanto cierro mis ojos se me encoge el corazón lo que dura un parpadeo es ya una foto de los dos.

Y aunque sé que nuestra historia es la que nunca pudo seren algunos de mis sueños ser valiente es tu papel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario